Recuerdo la fragilidad de tu mirada,
reconociéndome como tu padre
el primer día de tu nacimiento.
Recuerdo tu llanto pidiéndome mi amor,
Recuerdo tu llanto pidiéndome mi amor,
para aplacar un no se qué,
te daba todo mi cariño
sin poder descifrar el porqué.
Por primera ves, Padre,
por primera ves sistematizar un proceso
para una vida.
Gran mentira, el neonato biene
con un pan bajo el brazo,
con un pan bajo el brazo,
pues biene con esfuerzo,
con esperanza, con ímpetu para ti ,
con la convicción de cambiar tu vida,
y dársela a él para su plena felicidad.
Pasaron los años,
sigo reconociendo la fragilidad de tu mirada,
mas ahora no me reconoces
como el primer día a tu nacimiento
ahora describo tu mirada diciéndome
que me amas como yo a ti hijo mío;
ahora descifro tu sonrisa,
manifestándome un gracias por estar a tu lado,
aunque no se de la regularidad
de mi compañía física
sabiendo tu el porque, comprendes la coyuntura.
Hijo mío llenas totalmente,
en plenitud de felicidad,
aplacando mi sufrimiento
por constantemente a tu lado no estar.
ORCRU