jueves, 24 de noviembre de 2011

ESPERANZA

Tenía una mirada triste y ahondada,

tenía su vida prendiendo de un hilo,

veía la oscuridad, como luz de salida.

Llegó un Príncipe azul cual cuento de hadas,

a erradicar su tristeza,

pero fútil fueron los intentos para ella.

Recibió la atención del pueblo entero

donde moraba;

vanos fueron los intentos.

Los seres humanos del mundo al percatarse

de su tristeza,

fueron tras ella

a tratar de suplirlo por el positivismo,

mas aún, inútiles fueron los intentos.

La madre naturaleza, al darse cuenta

del hilo el cual prendía su vida,

estructuró y reorganizó sus fuerzas

para ella, con el fin de cambiar el estado

de ánimo en el que se encontraba,

y lamentablemente el intento frustró.

Uniéndose todos en general,

preguntaron a ella,

que hacer para cambiar su mirada triste y ahondada,

y su alma que yacía en espera de la reacción de su cuerpo,

 miraba detenidamente a los que la cuestionaban.

Pasó el tiempo sin responder,

seguía pasando el tiempo sin responder,

pasó toda una vida

y ante su lecho de muerte,

expelió unas palabras,

respuesta que por mucho tiempo esperaron...


Feliz me encuentro, no fue utopía

mi sueño de erradicar el individualimo;

y ESPERANZA... llegó a fenecer con una sonrisa.

 
                                                                      ORCRU