sábado, 10 de mayo de 2008

HACIA LA ETERNIDAD

La luna se quedó dormida ,
las estrellas no iluminaron nuestro amor hoy.
Al sol se le apagaron sus incandescentes
rayos.
Pues estos dieron paso a la fogosa iluminación
e incandescentes destellos de amor que derrochábamos;
en nuestro lecho, no existían ni sol, ni luna, ni estrellas.
El mundo, el universo son nuestros tan solo nuestros
donde solo habitamos TU y YO, tu mundo y el mío,
tu corazón y mi corazón, juntos al son de los dulces destellos
de nuestro amor, unidos por siempre quedarán.
ORCRU

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