La niña dulce y asesina,
la niña dulce que absorve
tu vida.
La niña dulce secuestrada
del misticismo.
Ardid coludido a la
fragilidad de tu llanto
Ardid coludido a la
visibilidad de su encanto.
La niña dulce y asesina
que a tu libre albedrío
pseudomoldeaste.
La niña dulce y asesina
que tú compraste,
magia que los envolvió
al encontrarse,
en vitrina de venta
que tú buscaste.
La niña dulce y asesina,
la vida en fantasía
que tú ideaste y plasmaste.
La niña dulce y asesina,
que sació sus necesidades
y decidió alejarse.
Niña de barro
que le diste figura
a su hermosura.
Niña de barro
que le diste figura,
dejando de lado
la postura del amor.
Mundo de chocolate
en el que te sumergiste,
dulce al probarlo,
haciéndote daño el exceso.
Mundo de cristal
que tú mismo derrumbaste
desde el principio.
Sueños precarios
que creaste,
sueños tribiales
se tornaron para
sus necesidades ya satisfechas.
Iceberg de indiferencia
que fue creciendo.
Iceberg de desamor
que ella fue estableciendo.
La niña dulce y asesina
que tú secuestraste,
y pagaste el rescate,
ya no forma parte
de tus sueños que ideaste.
La niña dulce y asesina
que en vitrina encontraste
y compraste,...
ahora abres los ojos
y te percataste de toda una vida
de error
de toda una vida de papel,
pretendes extirpar tu falta?,
pues ya no hay marcha atrás,
no se acepta devolución,
porque la fecha de vencimiento
ya caducó.
ORCRU